viernes, 15 de octubre de 2010

“Quisiera tener una varita mágica para sacarlo campeón”

Insúa regresa al Barcelona luego de 7 años...

El “Poeta” señaló que lo que hizo como jugador y entrenador quedó en el pasado. Desea escribir una nueva historia en el Ídolo

Acostado a un lado del campo de juego junto al resto del cuerpo técnico realizando algunos ejercicios previos al entrenamiento del club más popular del país se encontraba Rubén Darío Insúa, quien espera con ansias el debut de mañana ante Manta.

Vestido con una gorra de lana de color amarillo con una leyenda que decía: “amarillo como el sol”, un chaleco del mismo color y la pantaloneta con el número siete, el “Poeta” como lo conocen se alistaba para dirigir una nueva práctica con sus pupilos.

Mientras descendía a los vestuarios con la mirada hacia el piso, Insúa se fue a cambiar y a sacar sus instrumentos de trabajo: cronómetro, pito y una pizarra.
Luego de varios minutos, el DT “amarillo” quedó al margen. Ahora una camiseta roja con el escudo del club y su inseparable gorra de lana era la nueva vestimenta del entrenador, mientras subía a la cancha donde lo esperaban sus jugadores.

Conversamos con Insúa durante algunos minutos donde nos indicó que “no tiene la varita mágica para Barcelona”.
Además, manifestó que no puede ocultar su emoción cuando dirija su primer partido al frente de los “toreros” luego de 7 años de ausencia.

¿Luego de cuántos años vuelve a Barcelona?
(Momento de silencio). Si mi memoria no me falla son siete años. En el 2003 llegué al club a dirigir por última vez.

Faltan pocas horas para el debut. ¿Cómo se siente?
Me siento muy contento, con las mismas ganas que cuando llegué el 5 de enero del 2009 a dirigir el Deportivo Quito.

¿Hay ilusión con este nuevo reto planteado con Barcelona?
Claro y, además, el mismo objetivo cuando asumo un nuevo equipo. Esta vez es diferente, ya que esperamos conseguir un título.

¿Cómo se imagina el recibimiento de la hinchada este sábado?
(Suspiro)… No lo sé. Si es como el del día en que arribé a Guayaquil sería fabuloso.

¿Ese cariño que la gente le tiene a usted es por sus logros como DT y jugador?
Creo que sí. Ahora lo que uno se lleva más en el corazón es la despedida, ya que sabes que has hecho las cosas bien y que dejas un equipo campeón. El recibimiento es pasajero, pero sobre todo halagador.

¿Existe alguna diferencia entre el actual momento de Barcelona con la última vez que dirigió al club?
Ahora faltan ocho fechas para que termine el campeonato. La última vez que dirigí al equipo faltaban cinco meses y se pudo conseguir un pequeño objetivo ese año.

¿Cómo fue su retorno a Barcelona en el 2003?
Terminé mi contrato con San Lorenzo y pensaba descansar hasta diciembre para darle tiempo a mi familia, pero no se pudo, ya que Alfaro Moreno me llamó, en ese entonces era directivo del club y me insistió tanto que accedí a venir, debido a había un plantel bueno y por eso se terminó siendo subcampeón.

¿Qué recuerda de esa temporada?
La clasificación a la Copa Libertadores, la liguilla del 2003 donde hicimos 23 puntos, pero no pudimos ser campeones a diferencia de 1997 donde con 19 puntos Barcelona alzó el título por última vez.

Ahora profesor ¿se empieza a sentir su mano en el equipo, especialmente en el esquema táctico?
Mira el fútbol evoluciona. A mí me gusta jugar con tres hombres en el ataque y por eso es el cambio.

¿Y así quedó campeón con el Quito?
Si te fijas con el Quito jugamos desde el primer partido con ese esquema y nos fue bastante bien. Esperemos repetir eso.



En cuanto a la plantilla. ¿El tema del juvenil es un limitante para usted?
Acá tengo tres juveniles: Alcívar, Cruz y Quiñónez. En el Quito tenía 13 juveniles y así uno puede armar el equipo y después colocar al juvenil. Acá es al revés, primero se ve qué juvenil puedo colocar y luego se define el once abridor.

¿Insúa llegó con la “varita mágica” para ayudar a Barcelona?
(Risas). No, en la maleta no la traje. No é si pueda conseguirla en algún lado.

¿Pero existe o no?
No, no existe. Lo que hay es trabajo, orden, recrear una cultura de respeto a la camiseta que se defiende, trabajar en las inferiores para que Barcelona sea campeón.

¿Siempre le ha ido bien en Barcelona?
No me puedo quejar lo que viví años anteriores, pero lo que pasó, pasó. Acá tenemos que construir un futuro importante para que el equipo sea un ganador

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